



Paisajes sonoros
ARUCAS
PARQUE MUNICIPAL DE ARUCAS
En pleno centro de la ciudad de piedra y flor, se encuentra uno de los lugares con
más encanto e historia del lugar. Pulmón para la poblada Arucas y un espacio donde
pasear tranquilamente o reposar en calma. Su origen se remonta a la época del
Mayorazgo, y tuvo una paulatina conversión en espacio municipal a partir de 1946
para convertirse en una referencia local a nivel botánico. Sus jardines combinan
rincones arbolados al más estilo inglés, con espacios más amplios y simétricos de
baja frondosidad, más en la línea de los que se encuentran los alrededores de los
palacios franceses.
En este remanso que detiene la vorágine de todo núcleo urbano, el agua es un
elemento importante, y como el propio término remanso indica, fluye de forma lenta,
se para, vuelve a correr y desaparece al empapar la tierra. Son varios los estanques
y acequias que rodean el parque trazando, junto a los caminos empedrados, la
geometría orgánica de lo que no son flores y plantas. El patrimonio botánico es bien
rico y aúna especies de todo el mundo: Drago, pino, araucaria, jacaranda, magnolia,
palmera y roble… Por citar algunas de las muchas que hay distribuidas en los cerca
de 10.000.000 metros que tiene el parque y que provocan una combinación de
olores que la brisa acerca al colarse por sus ramas, deslizarse por sus hojas y
acariciar sus flores.
Aunque uno vaya allí buscando un punto de reflexión y soledad para poder admirar
lo que le rodea y con ello ordenar sus pensamientos, da la sensación de que los
muchos rostros tallados en troncos y figuras escultóricas te observan y te
acompañan de manera siempre cómplice.
Si Arehucas, nombre originario, significa tierra de bendición, debe ser uno de los
enclaves, éste, en el que uno se siente por una estancia o pasaje bendecido por la
naturaleza. Es esa naturaleza que adquiere su máxima expresión en la flora que
encierra en este parque los muros de piedra de la célebre cantería local de la que
está hecha la parroquia Matriz de San Juan Bautista y numerosas construcciones en
toda la isla. Y es que eso es Arucas, y así se manifiesta en este parque. Piedra, flor,
y entre ellos, la vivencia de un momento único e irrepetible.